Aprovechando que no tenía miel en casa, he ido a visitar a Pablo, que es uno de los apicultores que vamos a conocer esta semana. He hecho algunas fotos de cosas que había allí. Ha sido como un aperitivo de miel para toda la semana. Me imagino todo lo que vamos a aprender la semana que viene.
Está bastante cerca del Instituto, se puede ir andando. Cuando hemos llegado, Pablo estaba colocando unas colmenas nuevas. se las han fabricado en Cantabria. Son más pequeñas que las otras porque cuando se llenan pesan mucho, como Pablo no puede con colmenas de 50 kilos, tiene éstas que son de 25, y se manejan más fácilmente.
Hemos estado hablando mucho rato sobre colmenas, y hemos montado una:
Mientras la íbamos montando, me ha enseñado un artilugio que usa para quitar el polen a las abejas y recolectarlo. Las abejas llegan cargadas de polen, unas bolitas al lado de su cuerpo, y para entrar en la colmena tienen que pasar por una rejilla que sólo deja pasar a la abeja, pero no lo que lleva pegado. El polen cae a un cajoncito que se saca cuando está lleno. Lo podéis ver aquí:
Luego hemos entrado a la sala donde están todos los bidones de miel para vender. Pablo siempre te da a probar todas las variedades antes de que compres. Son diferentes, y de distintos sitios. Por ejemplo, hoy había miel de bosque de Soto, de cantueso, de romero, y multiflora de Soto que había salido con un sabor muy especial.
Las abejas también nos dan cera, así que Pablo y su familia hacen también velas y jabones:
He salido de la finca cargada de miel y de aprendizajes, pero sobre todo muy contenta de que la semana que viene, y durante todo el proyecto, voy a aprender muchas más cosas con muchos amigos. A algunos todavía no los conocemos, pero los esperamos con ilusión.
A bientôt, les amis!
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